La rebelión cívico-militar de 1992, fue un día que marcó un antes y un después en la historia moderna de Venezuela. Este día que representa el inicio de un proceso de transformación profunda, nos convoca a reflexionar sobre los valores de lucha, unión y esperanza que nos legaron aquellos soldados patriotas.
La rebelión del 4 de febrero, fue un despertar de la dignidad de un pueblo que exigió justicia social y el respeto a la soberanía nacional. Fue un grito de rebeldía contra un sistema político que había sumido al país en la pobreza y la desigualdad.
Hoy, los Pescadores y Acuicultores de nuestro país se unen a esta conmemoración histórica, demostrando su compromiso con la Revolución Bolivariana y reafirmando su papel fundamental en la construcción de un futuro próspero para Venezuela.